miércoles, 31 de agosto de 2016

Asi lo veo yo

El shock como herramienta contra los pueblos y la guerra de tres frentes. O, Apología del romance de los tres reinos. 

Por Fex Lòpez Àlvarez


Yo nunca llegue a pensar que se recrearía en nuestro continente, una comedia basada en aquella joya de la vieja literatura China.

Mientras escribo estas líneas salgo del profundo estado de abstracción en el que me ha dejado el golpe de estado parlamentario que se ha dado en Brasil. Me sigue pareciendo increíble lo que ha pasado, muy a pesar de saber de antemano que esto es lo que iba a ocurrir. E eso es lo que realmente me aterra.

En 1930 Hitler –más Joseph Goebbels que Hitler.- fue promotor de la llamada política del Shock, la cual usó magistralmente para hacerse con la chancillería alemana, y que extendió al campo militar con la llamada Guerra Relámpago con la cual se anexó la mitad de Europa. Luego de la guerra, todo grupo político, todo estado, y todo movimiento conspirativo, ha usado esa misma estrategia para garantizar la satisfacción de sus intereses políticos u economicos.

El Shock como arma política se sustenta en alimentar un miedo o generar una matriz informativa en la opinión en las poblaciones, de tal magnitud, que los grupos políticos que la impulsan pueden actuar en absoluta libertad para tomar lo que desean sin las repercusiones propias de la conciencia colectiva.

Para el nacionalsocialismo alemán el shock se sustentó en la traición de las castas políticas en conjura con la etnia judía en pleno. Para el complejo militar-industrial norteamericano, se trataba de la amenaza comunista y el dichoso reloj del día del juicio final. En Venezuela fue la famosa imagen de los “pistoleros de Puente LLaguno” y en Brasil, el escándalo de corrupción más la –odio decir esto- magnifica manera en la cual se trasmitió el golpe de estado por los medios de comunicación dándole un matiz de legalidad y fineza, más grande que el que se dio cuando destituyen al presidente Lugo del Paraguay de la misma manera.

Así asistimos a los modernos golpes de estado, frente a una televisión y en Shock.

Momento… ¿He mencionado a Venezuela?

Mientras veo la embestidura de Michelle Temer, me gustaría recordarle a los lectores de estas líneas a las que recurren asiduamente –grata sorpresa para mi-, que Brasil no es el único estado Latinoamericano que en estos momentos se encuentra bajo un asedio reaccionario utilizando además, el shock como arma fulminante para romper los procesos políticos contrarios a los intereses tradicionales de las burguesías y oligarquías locales.

Brasil, Venezuela, y Bolivia son pues las tres de las batallas que llevan el imperialismo y los intereses reaccionarios sobre el enorme tablero de juegos que es el mundo.

Mañana Jueves, 1er día del mes de septiembre, se espera una marcha que pretende generar conmoción en la vida nacional –similar a lo que ocurrió el 11 de abril de 2002-, y a raíz de la misma, imponer, como en Brasil, un nuevo gobierno de facto sustentado en la política del shock para aplacar la conciencia colectiva a la vez, y a la vez, abrir las puertas para que los extremistas –de derecha- se apropien de lugares importantes para el desenvolvimiento de la vida nacional causando letargo en los mecanismo de respuesta que irremediablemente surgen tras eventos como estos.

El shock como política, es altamente eficiente cuando se posee o el monopolio de las armas, o una buena chequera. En Brasil, las fuerzas reaccionarias cuentan con ambas, en Venezuela, las mismas fuerzas solo cuentan –eso creemos- con la ultima de estas dos. Sin embargo, el tercer frente de esta batalla, el tercer reino si queremos recordar la epopeya de Cao Cao, Bolivia, es una autentica incógnita.

La violencia de las fuerzas reaccionarias en Bolivia en más radical que la semimediatica-semifanatica de los guarimberos venezolanos –de quienes sigo pensando lo que escribimos en el artículo anterior http://www.aporrea.org/oposicion/a233108.html- la toma de las minas, usando a los mismos mineros tal cual Hitler usò a los trabajadores o Franco a los campesinos, es algo que me aterra y hasta cierto punto, me hace comprender un poco más, lo profunda que puede ser la influencia de la doctrina o política del shock dentro de inclusos aquellos a quienes la misma afecta. A su vez, conocemos muy bien que el ejèrcito boliviano sigue sin ser penetrado por la política impulsada por Morales, y que su seno, sigue siendo servil y reaccionario.

Estamos, sin llamar a la conspiranoia o al falso revolucionismo que tanto daño nos hace, frente a la arremetida imperialista más violenta de la historia en contra de nuestro continente, la cual solo se puede comparar, con la reinvasión anglo ibérica tras los procesos emancipadores que se dieron desde las Provincias Unidad del Río de La Plata, hasta los 13 estados de la Unión Continental. 

Tuve la fortuna de ver –siendo apenas un niño de 11 años- como la doctrina del shock era rota por la población que debía en teoría, caer en el letargo aquel 11 de abril. Esos sucesos que marcaron mi vida –estuve en Miraflores 11 y 13 de abril-, vienen a mi con una mezcla de emociones. Si por un lado admiro profundamente lo que pasó aquellos días, también sé que las fuerzas de la reacción, no dejaran cabos sin atar como en aquella ocasión.

Lo peor que podemos hacer en estos momentos es caer en el letargo, en el odioso “Vamos a ver” o en el detestable “Si dios quiere” –El cual siempre reprocharé  por considerarlo blandengue y contrarrevolucionario-. Por el contrario me llena de vigor saber que al fin Maduro –o Padrino o Diosdado- toman cartas en este asunto e intentan romper el shock antes de que este se tienda sobre nosotros.


A la vez, no creamos que esta lucha es solo de Venezuela así como el golpe de estado en Brasil, es solo problema de Brasil, o que lo que ocurre en las minas bolivianas, es problema de la media luna y del resto del alto Perú. Ciertamente Cao Cao no vendrà a invadir nuestras tierras ni definiremos todo en la Batalla de los Acantilados Rojos en alianza con los demás amenazados. Empero, es necesario entender el trasfondo de aquellas terribles declaraciones de John Kerry, “Es momento de limpiar nuestro patio trasero”.            

domingo, 28 de agosto de 2016

Asì lo veo yo.

De marchas, contramarchas, aumentos e inflación descontrolada. O cómo no cayó el estado que debía caer. 

Por Fex López Álvarez (2da Parte) 

De niño solía ser muy curioso. Me gustaba ver el famoso índice Bursátil en RCTV.

 

Me intrigaba saber por qué el petróleo costaba 5 dólares americanos por barril cuando todo se hacía con ese maravilloso y desconocido elemento al que jugaba descubrir en el patio de la casa donde vivía para que mi madre no tuviera que ir a una cola dantesca en el Banco Industrial de Platanal a cobrar, por más de 3 años, 3500 Bs, -los cuales aumentaron a 7500 cuando aparecieron los billetes de dos mil Bs y cinco mil Bs-.

En mi mente aquello no tenía cabida. Este era el país de las maravillas, donde <<Todo el mundo gana con la privatización>>, era el país de la democracia y los bancos quebrados y la miseria y los golpes a los ancianos que exigían una pensión con sabor limosna y los barrancos y la lluvia sobre el perro que compartía los parásitos con los niños que vivíamos hacinados en los cerros de Lidice, de Petare, del 23 de Enero, de Barrio Central; de Venezuela.   

Sin embargo el asunto que más me descuadraba de aquello, es que cada infame economista que se cruzaba por aquel infame canal de TV, señalaba la imposibilidad de aumentar el salario mínimo venezolano para evitar un incremento en los precios de los productos básicos, a la par que remarcaban que la idea de congelar los salarios, era la mejor estrategia para brindar estabilidad a la maltrecha economía venezolana de la cual, hoy no se suele hablar mucho pero en mis recuerdos, era tres veces peor, aunque un poco menos indignante.

El asunto salarial es un tema sumamente sensible. Puedo sentarme frente al papel y escribir 900 páginas sobre el plusvalor solamente tras haber leído el Salario, Precio y Ganancia de los dos barbudos aquellos. Nos podemos poner a discutir sobre la subjetividad del salario y usar a la Cataluña republicana como ejemplo de Utopía. O incluso, podemos decir que el pago por horas es una bendición y que Mc’ Donalds salvó al mundo de los comerciales con aquel payaso alucinógeno y burlón.

Pero en las calles, la realidad es mucho más sensible y el asunto salarial toca las fibras de todos aquellos que hemos sido explotados por el capital privado, por el estadal, por el militarista, y por el más terrible de estos, el “boliburgues”. Aquellos que leen estas líneas –de estar familiarizados con el tema- comprenderán de qué hablo. Esperar el fin de mes o la mitad del mismo, es una situación espeluznante, humillante, y de cierta forma, macabramente esperanzadora.

¿Cuántas veces nos hemos detenido frente a una vidriera o en algún almacenador de alimentos a pensar, “Con el salario del mes próximo”? ¿Cuántos de nosotros nos hemos puesto a sacar cuentas para ajustar lo más que se pueda el delgado estipendio mientras pensamos en cuanto estará ganando el –por lo general mediocre- que se encuentra por sobre nosotros? O como a los marxistas más ilustrativos –gracias a todos los dioses no todos son un grupo de dogmáticos religiosos- les gusta señalar, ¿Cuántas horas de tu vida, que no recuperaras, costó el par de zapatos que en menos de un año solo poseerá el 10% de su valor de cambio?

Desde que la revolución Bolivariana se hizo con el control del estado, el presidente Chávez, quien de cierta forma vivió esa terrible situación, impulsó, una serie de ajustes salariales para todos los trabajadores del país. Y si bien, esto causó ciertos movimientos telúricos en cuanto a la inflación y la devaluación de la moneda –ese maldito papel sin alma como diría Judorosky- se demostró que nos habían mentido toda la vida y que el responsable único y directo de la inflación era el aumento de salarios.

La realidad era más oscura. La economía se maneja bajo hilos densos y titiriteros perversos.

No es necesario hablar de los 19 aumentos salariales combinados entre Chávez y Maduro, así como tampoco es necesario tendernos sobre la mecánica encontrada por la derecha para carterizar precios de forma muy alta y a la par, causar inconvenientes absurdos en la producción y distribución de los productos necesarios para vivir bajos los entandares de la sociedad moderna –en la cual yo quiero vivir-.

Cuando me enteré de un nuevo aumento salaria esgrimido por el presidente Maduro pensé por un momento que se trataba de una bravuconada. Y es que un aumento del 50% sobre todos los salarios de todos los trabajadores del país, no puede hacer  sino ponernos a pensar muy profundamente.

Es claro que el vendedor de perros calientes que trabaja en la esquina, que gana 7mil Bs. semanales trabajando de lunes a sábado de 5 de la tarde a 12 de la noche, merece un aumento, esto a pesar de que en su trabajo no produce nada. Está claro que una enfermera en un hospital, merece más que los 14 bolívares algo en los cuales está el salario mínimo venezolano a la hora de publicación de estas líneas.

Mi problema no es ese, mi problema es que esta medida también aunará a un montón de improductivos, mediocres, burócratas, y lastras para la revolución bolivariana. Por ejemplo, un cargo medio, digamos director general de una alcaldía en un pueblo entre los llanos y la zona industrial. Un sujeto enteramente innecesario, parasitario, charlista y vividor, cobra hoy, 30 mil Bs. quincenal, eso quiere decir, que a partir del jueves, ese sujeto, que debería ser condenado por la revolución, va a cobrar ¿45 mil bs?

Es decir, mientras a algunos, debido a los mecanismos de la guerra económica, este aumento nos va ahogar aun más, los (introduzca nombre aquí) del país van a poder comprar un saco de arroz solo con una quincena.

Dentro de la economía rentista, capitalista, y de derecha, que parecemos incapaces de superar, es de esperar que la carterizacion de los precios de los productos, a partir de la quincena proxima, sea abrumadoramente agobiante, especialmente para desempleados, independientes y tercerizados o  sub contratados.

No me gustaría terminar estas líneas –mucho mas largas de lo que acostumbro- de una forma tan enteramente pesimista. Creo que tras el ajuste de precios visto, esa medida era justa y necesaria. Sin embargo, me uno a las voces de aquellos que exigen una congelación inmediata de precios, a la par que, exijo junto a muchos más, que el incremento en cuestión no sea igualitario para los que se esfuerzan cargando sacos de arroz en un mercado, y los que se sientan con las piernas estiradas en una oficina con aire acondicionado a enviar animaladas en Twitter.     
 



       

    

viernes, 26 de agosto de 2016

Así lo veo yo

De marchas, contramarchas, aumentos e inflación descontrolada. O cómo no cayó el estado que debía caer.


Por Fex López Álvarez


(1era Parte)


No he querido dar centimetraje a los dos grandes acontecimientos que se presentaran la próxima semana porque fundamentalmente no creo que serán tan grandes como aquellos que les esperan con ansias desaforadas, lo estiman.

Ciertamente me refiero a la dichosa marcha del primero de septiembre convocada por la oposición política venezolana y al aumento del 50% sobre los estipendios de todos los trabajadores asalariados de la republica.

Es difícil escribir en torno a dos eventos que no han ocurrido y sobre los cuales se sustentan muchos mitos. Por lo cual, estas letras serán un poco más largas de lo que acostumbro a realizar en estos artículos que ustedes han seguido constantemente.

Iniciaremos con la “Toma de Caracas”, no porque crea que será determinante para lo que pueda pasar en el país en los próximos meses, sino porque a raíz del anuncio de la misma, son muchas las gotas de agua que han llovido sobre los charcos.

Pese a que difiera profundamente de lo que motivó la estrategia de “La Salida”, creo –y creo no ser el único en creerlo- que era mucho mejor estrategia política que ésta especie de pistola de un disparo que con la que los sectores más extremos de la oposición política del país pretenden derrocar el gobierno de Maduro. La guarimba fue probablemente la más brillante metodología de protestas que se ha visto en el país, teniendo en cuenta, que el estado no los reprimió con la misma fuerza con la que se acostumbró a suprimir los minúsculos alzamientos populares durante la 4ta república.

Sin embargo, su abrupto fracaso, más las consecuencias dentro de la clase media –motor de este grupo político- causadas por la “Guerra Económica”, o la comprobada absoluta inutilidad de la victoria electoral del 6-D, no permiten ni de cerca, una nueva alzada como esta. Además es claro que el estado no lo permitirá.

También es claro que esta manifestación convocada por los radicales de esa derecha, ha tenido que ser apoyada por los sectores electoristas de la misma derecha para no quedar rezagados ante sus oponentes, a los cuales, solo los une el enemigo común.

Hay quienes hablan de convocar a un millón de personas y de encabezar una especie de resurrección de los eventos que llevaron a la caída del muro de Berlín o a la caída de 48 horas del último caudillo de la historia venezolana.

La realidad es un poco más cruda. La oposición venezolana no puede convocar a un millón de personas (El chavismo tampoco), y mucho menos tiene la capacidad de con una marcha de un día, derrocar violentamente (como todos los que asistirán a la marcha en cuestión sueñan)  a un gobierno, que haciendo uso descarado de la demagogia populista adeca y del letargo imperialista, se hace cada día más estable.

Si bien, creo que la oposición puede convocar a incluso poco más de cien mil personas a las calles (lo que es admirable), es importante acotar las tres fallas fundamentales que tiene este plan.

Para los que conocemos de béisbol, esta marcha es idéntica a un squid play suicida. Para los que no conocen el argot, se los dibujo: Noveno episodio, dos hombres fuera, uno en tercera, el equipo pierde por una y con dos strikes en la cuenta, el bateador es ordenado a tocar la bola mientras el que está a 90 pasos intenta robar el home. Esto seria en pocas palabras, una medida desesperada y absurda para tratar no de ganar, sino de empatar el juego.

Ese creo yo, es el primer error de esta marcha, arriesgar todo a una sola movida que no saldrá bien a menos que ya se haya negociado con el sector militar. Pero si triunfan, y derrocan a Maduro, ¿como van a sostener a los chapistas y al ejército que esta vez irían mucho más lejos de lo que fueron el 13 de abril? o peor para ellos aun, ¿imaginan la carga de decepción en sus filas si a las 6 de la tarde no ha pasado nada?

Se puede comprender perfectamente el teatro que hay dentro de la política venezolana, pero no anunciar, el final de la marcha en si, es un absurdo de proporciones épicas, que aunque ha causado gran emoción en los incautos o molestos cañoneros quienes creen que tendrán la cabeza –literalmente hablando- de Maduro al final de la jornada, lo único que puede lograr es que la manifestación se de cómo prohibida o que no esté protegida por los cuerpos de seguridad del estado, lo que puede funcionar perfectamente para los intereses de los verdaderos marchantes del día, los radicales.

La última falla que advertí dentro de ésta marcha, es la que creo más importante para desembocar en el enorme fracaso que esta representara; le han dado demasiado tiempo al chavismo para organizarse en torno a esta fecha. Ahora se les viene encima una serie de contramarchas a nivel nacional que sirven para contrarrestar el efecto mediático, comunicación al, y emocional, de su propia marcha.

Si bien para las proporciones de la misma, las conspiraciones intrínsecas en cada movilización de un movimiento subversivo, y la expectativa que se debe crear (cual esperanza religiosa) en los militantes de cada movimiento político, tres semanas de anticipación es una soberana muestra de incapacidad política.

La oposición decidió simplemente renunciar al elemento sorpresa y a cambio, les han prohibido la entrada al municipio libertador, los militares les han dicho que no va a haber cambio de gobierno, y el chavismo (cada vez más fuerte dentro de este periodo de enorme debilidad), también tomará las calles.


Claro, todo esto puede ser solo palabrería de un gordo barbudo de cabello largo, y esta marcha se convertirá en un hito democrático bla bla bla. O puede ser el inicio de una época de resistencia violenta similar a “La Salida” tomando esta vez las instalaciones de la asamblea nacional y otras instituciones del Estado. Sin embargo, si me tocara apostar en esta partida, iría contra la MUD, que a mí entender, intenta morder 10 veces más de lo que puede tragar.     


miércoles, 24 de agosto de 2016

Vocación Servil

Por Fex López Álvarez 

Sobre la espalda de los amerindios pesa una enorme cruz, Maracapana. Aquella jornada que significo nuestro encadenamiento perpetuo se nos presenta en este momento como una sombra terrorífica sobre nuestra historia reciente.


Creo tener moral étnica y académica para escribir las líneas que ud. leerá a continuación. A la vez, quisiera manifestar que en un principio, no creía que la noticia fuera real, sin embargo, cuando lo confirme, la indignación pasó rápidamente a convertirse bochorno en mi rostro, única acción que se me ocurre tras la caricaturesca aventura que una etnia amerindia emprende al marchar a la capital federal de la república para unirse a la jornada convocada por la Mesa de la Unidad Democrática el próximo primero de septiembre.

Como amerindio, quise encontrar una razón antropológica (por muy etnocéntrico que esto suene) en tamaña animalidad. Luego de descartarla por negarme a creer –como lo mantiene mi profesor Mario Sanoja Obediente- que la servidumbre se encuentra en los genes, me incliné por pensar que estos hermanos de la pachamama marchan para unirse a la MUD, bajo un gran engaño, cosa que también tuve que descartar. Quedaba creer que realmente un pueblo amerindio se había levantado contra el estado venezolano –contra el cual deberían permanecer en constante guerra ideológica- debido a que creían en la propuesta de la MUD y la negativa del brazo legal del estado de incorporar a los tres disputados amerindios a la Asamblea Nacional; pero pronto me percate con gran lamento, que el motivo de la marcha para llegar a la marcha, tampoco era este.

A los historiadores blancos y conservadores les gusta señalar como las fuerzas indianas siempre han estado del lado contrario a la república, cosa especialmente manifestada con la unión a Boves  y a Maisanta. Pero pregunto yo, ¿Esas no eran las facciones autenticas que podían seguir los pueblos amerindios? 

Un amerindio es primero Pemon, o Wayuu o Somari y luego por cuestiones legales es venezolano. Si alguien supo entender eso, fue Hugo Chávez. No me quiero aquí referir a la recepción de las cuatro plumas rojas o de la corona de plumas negras que en la mente de un amerindio evocan a Wuaik a Puru o a Mar’a, otorgadas ambas por consejos pinches a Hugo Chávez. Me refiero más bien al reconocimiento que le brindó el estado chavista a los pueblos indígenas sin involucrarlos en el estado como todo hombre blanco considera debe hacerse para salvarlos de los fantasmas que solo habitan en su cabeza.

Que hoy, un grupo de –insisto- hermanos amerindios marchen contra el estado que les permite el desarrollo de religión, idioma y arte, es decir el desarrollo cultural para poseer una nación, es algo que perturba cada fibra de pensamiento lógico que recorre por mi cuerpo.

Que más de 100  -vuelvo- hermanos amerindios marchen descalzos, en wuayucos, conpenachos, pinturas rituales, y con los arcos y lanzas en la espalda, más preparados para cualquier show de Natgeo que para afrontar tamaña movilización solo puede delatar lo fingido de este acto.

Es una práctica conocida la manipulación de los pueblos aborígenes de toda la América a través del licor regalado. Quizá Finol sea quien mejor explique esta tortuosa relación entre grupos humanos, en la cual –por referirme a su trabajo y por lo superficial del que presento- no es necesario profundizar. La ley de botella.

Palabras más palabras menos, los pueblos amerindios en su mayoría son idénticos a la mayoría de las barras bravas del fútbol argentino o brasilero, si un caudillo –blanco- les otorga licor y dinero, estos grupos quedan en deuda moral con el caudillo y para pagarle, realizan bochornosas actividades como la golpiza de los fanáticos del Flamengo FC al brillante jugador de fútbol, autor Marxista y doctor, Sócrates en los años 70’s o la avanzada de estos pueblos a la concentración de un sector que históricamente los ha despreciado, usado como peones de un juego macabro y peor aun, burlarse de ellos.       

Es como si en lugar de levantarnos como amerindios, nos hubiéramos hundido mas. Parece que cambiamos el  ana kariña rote aunicon paparoto ioto manto por el ordene buen amo.





martes, 23 de agosto de 2016

Triple Play

Triple Play 001 

Por Fex López Álvarez



De cómo el pequeño mago rompió la magia de un dominicano.


Tarde de mascotas en el PNC Parck de la ciudad de Pittsburg en la costa oeste de Los estados Unidos del Norte Americano. Tarde soleada, hermosa para el béisbol de grandes ligas que vería además la soberbia actuación del serpentinero dominicano Iván Noa.

Si bien en el papel la cosa no pintaba bien para el lanzador de los Piratas de Pittsburg – un hombre recién cambiado y con una carrera plagada de inconsistencias frente a uno de los mejores equipos de la liga nacional encabezados por un bateador con 413 de average como visitante no es justamente un candidato para una apuesta –, desde el inicio la sinker de Noa se impuso en el juego bailando densamente por la zona media del plato.

A su vez, y casi por azar, Noa contó con la inesperada ayuda de su equipo que en el mismo primer ining Y tras apenas 10 envíos ya le respaldaban con 4 carreras producto de la absoluta desconexión del joven lanzador derecho Joe Musgrod para con el juego.

Noa siguió imponiéndose sobre los bateadores de los siderales a la par que recibió otra manito por parte del equipo para el que juega, esta vez con un soberbio bambinazo por la izquierda del también dominicano Gregory Polanco.

Los bates de Houston permanecieron silenciados, incluso el del futuro campeón bate y jugador más valioso, José Altube, quien inició el juego con un abrumador 390 de average general.

En el 5to episodio, el conjunto del oeste colocó al relevista zurdo Toni Sipp en la lomita, quien tras dos guillotinazos, sufriò la muestra máxima de poder – nuevamente – del 4to bate de los bucaneros del Potomac, Gregory Polanco. 

La ventaja de los piratas se amplio un poco más (7-0) a la par que la magia de Noa se hacia más omnipresente, lo que corroboró además con un poco de ayuda de la defensiva de sus compañeros en los jardines; por lo cual, con menos de 80 lanzamientos, con el letargo típico de un partido tan abierto, era apenas natural que Noa saliera a lanzar el noveno episodio del taimado partido de pelota.

Bergman abre con doble. Doble de Altube, adiós blanqueada. Aunque esa será siempre la horrenda forma en la que se anotará el resultado del encuentro, la verdad es que el ining fue por demás entretenido y emocionante. Noa solamente no pudo dominar a los que a fuerza de dobles rompieron su encanto. Sin embargo, a modo de justicia poética, pudo guillotinar  para el último out del encuentro, al único enemigo real que había tenido en aquel feudo, Marwin González.    

Contra las cuerdas 0001

¡Y arrancamos! 

Pedazo de tarima nos regalò esta semana la hija del mecenas de la Lucha Libre, Vince Mcmahom, Stephany Mcamahom y el barbuchas Mick Foiley a quien le queda menos tiempo de gerente general de la marca roja de la WWE que el que perdura un pote de pintura blanca en el Taj Majal.

Sin embargo, mientras mi éxtasis me auguraba una buena noche, abren el programa señalando que el recién ascendido y recién coronado Finn Balor se dislocó el hombro en su luchaza contra “El Arquitecto” Seth Rollins. Fue muy triste ver al no tan joven ex campeon de NXT entregarle el –horrendo- Campeonato Universal de la “vedoble vedlobe E” al “icono de lo extremo” para que luego este decretara una serie de luchas que la semana próxima tras un fatal 4 ways innecesario en el que se coronará a el ex campeón Rollings hasta Westerlmania donde perderá el titulo contra “El rey demonio –enfermito-”.

Todo RAW giró en torno a este improvisado torneo, por lo cual, el relleno al mismo fue terriblemente pésimo. Más de 5 segmentos de micrófono –muy malos por cierto- aunada a lucha de Braun Strowman en la cual dejó lucir su muy agradable barba y sexy peinado –imaginen lo aburrido de la lucha-, y un final odioso, hicieron de este, un deprimente RAW.

Seth Rollings fue emparejado en el torneo que ganará contra Sami Zayns a quien venció en un dos por tres –lo cual me parece injusto con el gran Sami a quien le vendría muy bien un feudo con el 2 veces campeón mundial de la WWE.

Sin mucho reparo, Kevin –come Kevin come- Owens, más lento de lo aconstumbrado, se enfrento en un tedioso combate al Hombre olvidado por el carisma !Neville! Es impresionante que un luchador tan hábil como el inglés, capaz de hacer un salto de 350 grados o un doble tirabuzón sobre nuestro osito cariñosito, no sea capaz de levantar la más mínima gama de aplausos por parte del público general.

Como siempre, WWE ensució la victoria del canadiense con la intervención de Jericho para aupar a su compañero de equipo a quien luego le tocó perder descaradamente frente al súper abucheado Roman Reings en un evento principal tan decepcionante y aborrecible que escribir sobre él, me da nauseas.

En el medio de aquello, Big E regresó a formar parte del Nuevo Día venciendo absurdamente fácil a su enemigo de Feudo, Chris Andersen. Big Cass derrotò por conteo a Rusev a quien –ojala no sea más que parte de la histrionidad- le  aqueja una lesión en el abdomen tras una “portentosa” lanza del nefasto samoano que le robò la lucha de la noche a Jericho.

Dos eventos salvaron la noche –a medias- el debut de la abrazadora  Bailey –quien debía ser la mujer fuerte en la marca azul, antes dek regreso de Nikki Bella- y la despedida de WWE de los 10 veces campeones en pareja The Dudley Boys.

Me detengo aquí a señalar lo pésimo que fue este retorno para los hermanos de Spike Dudley. Los creativos no supieron que hacer con ellos, lo pasaron de Faces a hell a face a hell para perder cada feudo en el que participaron; incluyendo esa hermosa rivalidad contra la extinta familia Wyatt –Por favor reúnanlos algún día-. No sé para qué demonios los creativos de WWE arruinaron la despedida de los multicampeones haciendo joberar a The Shinig Star of the Caribean – ¡ay bendito! – para que luego Gallows y Andersen atacaran al glorioso equipo que nos regaló el “We Want Tables”.