Pandora y tu...
Segunda Carta

Son tantas las loas que se han escrito sobre Pandora, que me avergüenza presumir de contarte mi versión de la historia. No pretendo ponerme a la par de Hesíodo ni cantar como lo hizo Orfeo, solo quiero hablarte sobre de una niña de cabellos largos, tal cual como yo la entiendo.
Hubo un día en que los mortales y los dioses tomaron caminos distintos, el día en que dejamos de hacer sacrificios a los dioses, el día en que Prometeo, ladrón del fuego, otorgó aquellas pequeñas llamas rojas a los hombres, el día que obtuvimos conocimiento; el día primero.

Y fue ese mismo día, cuando sobre el trono de oro en el cielo, Zeus encolerado, inició una guerra que aun ellos van ganando, a pesar de que Nietzsche nos aseguró que dios había muerto. Y el arma que el primer
dios del trueno usó sobre nosotros, no fue aquel rayo fulminante que derrotó a Tifon en la guerra del Olimpo, ni fueron los cien brazos, ni las plagas sobre naturales. Zeus, el dios benévolo, usó a una niña construida por Hefesto con arcilla del Hades, y madera de los Campos Elíseos. Afrodita le dio gracia a está figura y Atenea le dio conciencia y curiosidad, luego Zeus le dio vida. Ese fue el segundo día.
Vagó Pandora por los picos, por los bosques, y por las ciudades en ruinas antes de que estas se hicieran ruinas. Nadó en todos los mares y durmió sobre todas las tierras, y cuando se hubo agotado, se lanzó al mar azul frente a los risco, allí, un joven rey, la rescato, y su nombre aun resuena en nuestros oídos... Egeo. Ese fue el día tercero.
Muchos días más pasaron, tantos que los mortales no podemos contarlos, pero como aún para aquellos hombres no existía la muerte, Pandora creció como la feliz hija del gran Rey Egeo. Y aunque el plan original de Zeus, era que Pandora trajera la destrucción por si sola a los hombres, tan feliz era la de los largos cabellos, que nunca sintió necesidad de causar mal en los hombres.
!Ay pobre Pandora que no entendía cual era su destino-tejido en el tapete de las brujas de un solo ojo!
Para causar la muerte de los hombres que se habían rebelado contra los dioses, Zeus ordenó a Epimeteo, el mejor constructor de todos, que hiciera una caja de madera, huesos y cadenas, en ella vertió todos los males y cuando estuvo hecha, se disfrazó de viajero, y le regaló la caja a Pandora.
Sin embargo, para que la caja funcionara, Pandora debía ser ella misma la que abriera la caja, no porque nadie se lo pidiera, sino porque ella misma quisiera. Zeus Sabiendo esto, y sabiendo del carácter infundido en Pandora por Antenea, le dijo algo que perseguiría a la de largos cabellos hasta el día que definitivamente abrió esa pequeña caja de madera, huesos y cadenas.
-Por favor no abras la caja.
Y aunque Pandora no abrió la caja durante mucho tiempo, a cada segundo la curiosidad de saber que había dentro de ésta, la consumía. Su corazón apenas si latía por otra cosa que no fuera la curiosidad de saber que había dentro de ésta. No comía pues la más importante para ella era saber que había dentro de ésta.
Una mañana, sin sol, sin nubes, sin aves, y sin lluvia, frente al mar que luego llevaría el nombre de su padre, Pandora decidió abrir la caja.
Un hurancan verde salio de la caja de el emanaba un espantoso olor que nadie jamás había olido, el olor de la muerte. El cielo se hizo tan oscuro que la noche parecía una mañana soleada, nadie pudo ver que estaba frente a si mismo, y por primera vez, los hombres sintieron miedo. Se cayeron y golpearon y por primera vez la sangre emanó de sus cuerpos, por primera vez los hombres sintieron dolor.
Pandora asustada, trató de cerrar la caja desde el suelo, pero ésta era muy pesada para poder hacerlo fácilmente. Mas su terquedad era tal, que tras mucho intentar, la de los largos cabellos, con la boca llena de sangre, logró cerrar la caja a la que injustamente recordamos con su nombre.
Solo algo dejó Pandora en dentro de la caja. La esperanza.
Mucho tiempo después frente a Caronte, el arpista Orfeo habría de recordar el día en que su padre le contó esa historia. Con ella pagó el viaje a través del Estigia, pues fue el único que pudo explicarle al espectral barquero por que fue bueno que Pandora dejará la esperanza dentro de la caja
"De no haber dejado la esperanza en la caja
ésta se hubiera perdido.
Pandora, sin saberlo, nos hizo comprender
que cuando las cosas están mal
solo pueden mejorar.
Podemos perder todo
menos la esperanza,
pues de una forma u otra,
tal vez de una forma que no nos guste...
las coas solo pueden mejorar"