¿Por qué ponerme a escribir
un Blog?
¿Quién? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Qué?
Aquellos que por una razón u otra, se han visto en la
adictiva tarea de escribir, cantamos esas cinco preguntas como si se tratara de
un mantra que tras repetir constantemente, o no será necesario utilizar, o al
fin entenderemos a cabalidad. El que ha sido escritor, a tiempo completo,
aficionado, o porque no tenía otra forma de expresar lo que necesita, sabe cuan
fácil es escribir frente a una hoja en blanco que espera simplemente a ser
pincelada, abrumada y hasta tachada. El que ha sido escritor, a tiempo completo,
aficionado, o porque no tenía otra forma de expresar lo que necesita, disfruta
como un sátiro, el estar frente a un cuaderno, frente a una máquina de
escribir, o frente a una computadora. El que ha sido escritor, a tiempo
completo, aficionado, o porque no tenía otra forma de expresar lo que necesita,
es un ser enfermo que necesita desesperadamente, distorsionar la realidad, pues
es como dijo uno de los cuatro jinetes del apocalipsis del logo “Sin distorsión no hay arte”. O es un ser
enfermo que necesita desesperadamente plasmar la realidad para brindar información veraz y oportuna.
Entonces pregunto yo…
señores televidentes ¿Qué clase de ser humano puede ser aquel que por puro
placer, distorsiona la realidad adyacente? O ¿Qué clase de ser quiere saber la
verdad? Justamente allí surge el combate que tanto le molestaba al señor de
Macondo, la guerra silente entre el periodista y el escritor. A los primeros,
se les acusa de algo muy feo, se les da un mote que a mi parecer es horrible,
el de “Escribidor”. Al segundo en cambio, se le dan dos calificativos que creo,
son casi imposibles de definir, entender o defender, “Artista” o “Loco”. El
primero, pretende siempre algo inalcanzable, poseer la verdad, tener la
realidad absoluta a su alcance, y a la par de este imposible, comunicarla a la
población del mundo mundial. El segundo, escapa desesperadamente de la
realidad, algo que no se puede lograr, ni siquiera cuando se describe
perfectamente una lluvia de flores amarillas o el ojo de un ciclope que hace
queso.
Se puede tomar el camino de la prensa, investigar de qué
color es el cielo, o cuantas canas tenía Simón Bolívar por culpa de Santander y
Páez. Se puede ganar el Pulitzer escribir para NatGeo, estar de primero en el
frente de la guerra en Hoth, pero nada de eso te llevará a alcanzar la meta que
todo periodista, necesita morbosamente; la verdad.
Se puede distorsionar la realidad tanto como quieras,
escribir un libro dividido en quince tomos sobre un lugar donde hay dragones,
sexo, y sangre, donde hay zombis que viven detrás de un muro gigante, y donde
una gente muy aburrida repite todo el día que el invierno está por llegar
(incluso en primavera). Cada uno de esos libros puede tener 800 páginas y aun
así, ser anormalmente divertido, pero ni siquiera de esa forma, se podrá
escapar de la realidad, nunca se podrá aislar de hechos ocurridos o de hechos
ligeramente basados en la historia humana.
Y antes que alguien diga “Ah éste tío está loco, el
periodista es garante de la verdad ¿Qué no habéis visto los reportajes en
guerras o que no sabes cómo se filtró lo de Watergate?” Si… lo sé muy bien. Sin
embargo, debemos ser conscientes de que
en cualquier noticia que se de en éste mundo altamente conectado, la
manipulación de la información (a veces necesaria), es el pan nuestro de todos
los días ¿o puede usted tomar cualquier periódico del mundo y no aceptar que
allí existe una tendencia manipulativa orientada a los intereses de clase de la
línea editorial del medio?
Y antes que me digan “Ah, éste tío jamás se ha leído a Pedro
Paramo o al Sr. De los Anillos y por eso dice eso” déjenme decirles mis muy
apreciados lectores, que les he leído bastante bien. Lo suficientemente bien
que un pequeño entendimiento como el mío permite. Y díganme ¿No hay aterradores retazos de
realidad en Macondo, Comala o en Poniente? ¿No existen dentro de esas obras
relatos horriblemente vividos ya en nuestra historia?
Los motivos que puede tener el que ha sido escritor a tiempo
completo aficionado o porque no tenía otra forma de expresar lo que necesita para escribir un blog son enteramente
diversos no creo Yo que el gigante Brito necesite decir algo más tampoco creo
que no haya habido algo en blog de Galeano que no hubiera dicho en mirando a
través de las ventanas o con las venas abridas me niego a creer que un
periodista de prestigio lo cual es algo que hoy se logra muy fácil sienta la
necesidad casi sexual de que su verdad se imponga no creo que un joven escritor
use un blog como única forma de ser leído rápidamente pues todo el que ha sido
escritor a tiempo completo aficionado o porque no tenía otra forma de expresar
lo que necesita ha tenido pánico de mostrar sus primeras letras más aun en el
caso de mi generación que ha sido bombardeada por los mejores textos que se han
escrito muchos de ellos nacidos en éste lado del continente como los cuentos
del viejito Borges o como los absurdos paisajes que pintaba el único adeco
bueno así pues no sé porque el que ha sido escritor a tiempo completo
aficionado o porque no tenía otra forma de expresar lo que necesita siente la
necesidad de hacer un blog ni mucho menos entenderé cuales son las aspiraciones
que el que ha sido escritor a tiempo completo aficionado o porque no tenía otra
forma de expresar lo que necesita tiene al iniciar un blog solo puedo saber el
por qué yo inicio uno y cuáles son mis intenciones pero como es mi problema no
las compartiré con ustedes lamento no ser tan narcisista para decir todo lo que
pienso solo puedo decirles que disfruten todo lo que aquí digo insúltenme si lo
desean o digan que algo va bueno aquí tendrán cuentos poemas canciones política y películas lo que
yo soy y el que me conoce sabe que eso soy ¿así que para que leerme si me
conoces? Porque para eso sirven los blogs para caminar detrás de los que
conocemos o queremos conocer.

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